Refugio, por La Marca Amarilla

REFUGIO Pau y su perro Narigut podían soportar el ruido de la moto de papá, de la guitarra eléctrica de mamá, de la música tan rara que escucha Arnau, el hermano mayor, del volumen de la televisión de la yaya, cada día más sorda… Incluso pueden soportar los propios ladridos de Narigut cuando espera que Pau lance la pelota que siempre esconde, también los gritos de Pau cuando juegan a pillar y el hocico de Narigut casi roza su culo… Pero lo que no pueden aguantar -les aterroriza un montón- son las tremendas tormentas de rayos y truenos; la lluvia golpeando las ventanas, el viento silvando por el tejado, los relámpagos iluminando a los monstruos… ¿Y si la tormenta es por la noche? ¡¡Mamá, qué miedooo!! Menos mal que se tienen el uno al otro para cuidarse y la manta roja de cuadros para refugiarse…