SENTIMIENTOS GRABADOS
El papá de la niña Jimena trabajaba fuera de la ciudad y viajaba mucho, por lo que pasaba varios días fuera de casa. Jimena le echaba de menos y cuando empezaron las ausencias lloraba muchas noches.
Entonces fue cuando papá comenzó a grabar cuentos narrados con su propia voz, canciones que cantaba con más ilusión que talento mientras desafinaba la guitarra, y cualquier ocurrencia, chiste, adivinanza y trabalenguas que se le ocurriese. Pero, sobre todo, en la grabación le decía que la quería mucho y que deseaba que los días que quedaban para poder verse pasaran más alegres y amenos escuchando su voz.
La niña Jimena ponía muchas veces la grabación en el mp3 y por sus grandes auriculares notaba como la felicidad invadía su vida.
Entonces fue cuando papá comenzó a grabar cuentos narrados con su propia voz, canciones que cantaba con más ilusión que talento mientras desafinaba la guitarra, y cualquier ocurrencia, chiste, adivinanza y trabalenguas que se le ocurriese. Pero, sobre todo, en la grabación le decía que la quería mucho y que deseaba que los días que quedaban para poder verse pasaran más alegres y amenos escuchando su voz.
La niña Jimena ponía muchas veces la grabación en el mp3 y por sus grandes auriculares notaba como la felicidad invadía su vida.
La Marca Amarilla
Bona idea. M'agrada!
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