¡A COMER!
Hugo siempre se imaginaba metido en aventuras cuando comía. Si aquel día tocaba hamburguesa, él era un eficaz policía detrás de los ladrones. Si comía pizza ocurría lo contrario, él era un ladrón que huía hábilmente. Cuando mamá le preparaba spaghetti se imaginaba como una inocente abuelita que tejía bufandas de lana y si comía muslos de pollo era tan bárbaro como Conan. Siempre que Hugo comía verdura era un animal de campo o de bosque, nunca salvaje. Con el queso era un ratoncito de desván y con el pescado era un simpático delfín, aunque a veces era un intrépido marinero. Cuando comía fruta se transformaba en pájaro, pero hoy –mientras merendaba un plátano- se imaginó como un travieso chimpancé en plena selva, rodeado de coloridas serpientes y asustando a las cacatúas... De momento sólo lo imaginaba, pero Hugo sabía que algún día dibujaría todas sus peripecias.
Hugo siempre se imaginaba metido en aventuras cuando comía. Si aquel día tocaba hamburguesa, él era un eficaz policía detrás de los ladrones. Si comía pizza ocurría lo contrario, él era un ladrón que huía hábilmente. Cuando mamá le preparaba spaghetti se imaginaba como una inocente abuelita que tejía bufandas de lana y si comía muslos de pollo era tan bárbaro como Conan. Siempre que Hugo comía verdura era un animal de campo o de bosque, nunca salvaje. Con el queso era un ratoncito de desván y con el pescado era un simpático delfín, aunque a veces era un intrépido marinero. Cuando comía fruta se transformaba en pájaro, pero hoy –mientras merendaba un plátano- se imaginó como un travieso chimpancé en plena selva, rodeado de coloridas serpientes y asustando a las cacatúas... De momento sólo lo imaginaba, pero Hugo sabía que algún día dibujaría todas sus peripecias.
La Marca Amarilla
Hola Miguel Ángel,
ResponEliminaHe revisado los mails y sí que había recibido tu cuento pero se me pasó...¡aquí está! Lo siento...La verdad es que era una pena no colgarlo porque es muy divertido, así que aunque ya no tocaba esta foto, creo que merecía mucho la pena...Muchas gracias.
Gracias a ti, Silvia!!!
ResponEliminaSiempre que pueda escribiré un cuento!! :))
Ya te he comentado que tu blog me encanta y los colaboradores también!!!
Un saludo!!!
La Marca Amarilla - Miguel Ángel